viernes, 20 de abril de 2012

El crimen de cada día- Carlos Alfaro


Esto en un texto que hice el otro día en clase de Lengua, y tenía que hacer una valoración crítica. Bueno, pues si no es mucho pedir, me gustaría que os leyerais el texto y me dieseis vuestra opinión sobre el tema, me da igual si es sobre el texto o sobre el tema del texto. Me gustaría más que fuera sobre el tema, pero lo que prefiráis pero aquí, en un comentario. Antes de que digáis nada, yo este texto ya le tengo hecho, no es para coger vuestra opinión. Pues aquí lo tenéis:



El crimen de cada día- Carlos Alfaro.

Alguien, no viste quién, abrió la puerta, y saliste con toda la vitalidad con que te fue posible hacerlo, pensando que la libertad estaba enfrente y que te daban por fin la posibilidad de disfrutarla. Obviamente, no la encontraste: contra lo que esperabas, sólo hallaste un lugar más espacioso, paredes infranqueables, y varios hombres a los que hasta entonces, jamás habías visto, con la crueldad dispuesta y el más feroz de los sadismos preparado. Después, fueron quince minutos, veinte tal vez, de auténtico martirio, en los que tuviste ocasión de conocer sobre tu cuerpo la violencia, y supiste del terrible extremo a que es capaz de llegar la brutalidad del hombre, de forma arbitraria y sin razón alguna que además lo justifique. Quizá, es probable, te preguntaste por qué lo hacían, cuál era la auténtica razón de que te torturaran de ese modo, o quizá, quién sabe, no llegaste a preguntarte nada, pues, como ellos decían, ni sufrir podías, y pensar era una función para la que solo ellos estaban capacitados. Después, cuando se cansaron, viste que uno de ellos, el más cruel posiblemente, se paraba en frente a ti con su arma preparada, y tuviste la impresión de que el momento del fin estaba próximo. No dudaste esperanzado te arrancaste contra él con las pocas fuerzas de que disponías, y respiraste tranquilo al sentir en tu cuerpo la llegada de la muerte, el borbotón de sangre que, viniéndote de muy dentro, te inundó de golpes las fauces desbordando generoso la glotis y la garganta. Después, no sentiste más, caíste al suelo como un fardo y un clamor unánime atronó el ruedo, pidiendo, con rara y terrible unanimidad, que te cortaran las dos orejas y el rabo.

4 comentarios:

  1. Hola Alex :) Me encanta tu forma de escribir! Yo a este texto le doy un 10! Sigue asi :))

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  2. Oh, este texto me ha llegado realmente hondo. Me encanta, definitivamente, te sigo en el blog ^^

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  3. Muchas gracias :3 Lia, siento decepcionarte, pero este texto no es mío jaja

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  4. Jajaja :S upsss...! pues me voy a leer textos que hayas escrito tuu :) Luego te comento por otro lado (:

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